Por Lucy Sada y Alida Madero.
Pinceladas de color en el cielo del desierto, así son las mariposas del Noreste de México. Aunque muchas personas piensan que nuestro paisaje, por ser en su mayoría árido tiene poca diversidad, la realidad es otra. El área de la ciudad de Monterrey y sus alrededores tiene una gran riqueza en términos de diversidad de mariposas ya que en esta zona se estiman mas de 250 especies, un buen porcentaje del total de 2000 que tiene México.
La razón de esto radica principalmente en la ubicación de ésta área en el borde limítrofe de las zonas templada y tropical, lo que permite que se puedan observar tanto especies de origen tropical como templado. De igual manera, lo accidentado de la topografía de nuestra Sierra Madre Oriental, formada por montañas de varios orígenes y alturas, por valles y cañadas, da lugar a cuatro diferentes regiones fisiográficas que son hábitat de un gran numero de especies.
¿Qué son las mariposas?
Las mariposas son insectos del orden Lepidóptera. El nombre de Lepidópteros esta formado por dos raíces griegas: lepis, que significa “escamas”; y pteron que significa “alas”. Esto viene a ser algo así como “escamas en las alas”. Estas escamas son las que dan su distintivo color y patrón a cada especie, y a veces se nos quedan en los dedos cuando las capturamos. Los colores de las mariposas se deben a pigmentos en las escamas, o al efecto visual que produce la luz al refractarse en los surcos trazados en estas, y que produce colores iridiscentes o “metálicos”.
Entre los roles que juegan el patrón y el color en las mariposas, están el de atraer pareja, el de mimetizar a especies tóxicas y el de imitar el medio en el que se encuentran para protegerse o criptosis. Las palomillas también pertenecen al orden Lepidóptera, pero se diferencian de las mariposas entre otras cosas, en que estas últimas vuelan de día, mientras que las palomillas vuelan habitualmente de noche, y sus colores son generalmente más opacos ya que no cumplirían la misma función que en las mariposas.
Lasaia maria. Macho. |
Las mariposas son de los pocos insectos que tienen una metamorfosis completa de 4 etapas: huevo, larva (oruga), pupa (crisálida o capullo) e imago o adulto, que es lo que conocemos como mariposa. Este ciclo comienza al aparearse la mariposa adulto. Posteriormente las hembras pondrán sus huevecillos en las hojas de sus plantas hospederas que siempre son nativas de la región. Es esencial que las hembras localicen estas plantas, pues son específicas para cada especie. De ellas, la pequeña oruga se alimentará con voracidad durante aproximadamente dos semanas, y en éstas mudará de piel hasta en 5 ocasiones, y aumentará de tamaño notoriamente.
Algunas orugas son de colores muy llamativos y también tóxicas o de mal sabor, por lo cual los depredadores las evitan; otras aparentan ser heces de aves, palitos, cabezas de culebra, etc. todo para despistar a posibles depredadores. Después de alcanzar su máximo crecimiento, la oruga comúnmente abandona su planta hospedera y busca un sitio que considera protegido en donde convertirse en pupa. Para esto se adhiere a la superficie con hilos de seda; algunas especies tejen un capullo de seda, mientras que otras forman una crisálida (piel endurecida). Muchas de las pupas asemejan hojas secas o ramitas, para pasar inadvertidas a posibles depredadores.
En ésta etapa de pupa suceden cambios increíbles, es una de las grandes maravillas de la naturaleza pues el cuerpo de la oruga literalmente se “licua” dentro de su crisálida y forma otro totalmente distinto. A partir de una oruga grande y torpe, resultará una grácil mariposa que emergerá de su capullo aproximadamente a los 10-15 días. Se colgará cerca del capullo con las alas aun húmedas y colapsadas, y las extenderá y esperará a que se sequen y endurezcan antes de levantarse en vuelo por primera vez. Este proceso, además de ser fascinante en sí, presenta una excelente oportunidad para el aprendizaje.
La función de la mariposa de ahí en adelante será la de alimentarse, buscar pareja, aparearse e iniciar el ciclo otra vez. Esta etapa de las mariposas varía mucho entre especies y tenemos algunas que viven solo unos días, mientras que otras llegan a vivir hasta ocho meses o más. Como adultos las mariposas son menos selectivas en cuanto a sus fuentes de alimento y tomaran néctar y polen de flores de varias especies, así como sales minerales disueltas en tierra húmeda; algunas son atraídas por frutos maduros, y hasta por desechos animales.
Papilio pilumnus. |
La Observación de Mariposas.
La observación de mariposas es una actividad que se puede llevar a cabo tanto en el campo como en los parques y jardines urbanos prácticamente durante todo el año. La mejor época es durante los meses de agosto a octubre la cual ocurre después de la temporada de lluvias de verano y antes de que comience el frío. Al final de esta temporada, de hecho a partir de la primera semana de octubre, es posible observar la migración de la mariposa monarca por nuestra zona, concentrándose ésta cerca de las montañas, las que utiliza como corredores en su viaje hacia sus sitios de hibernación en el centro de México.
Esta temporada también puede coincidir con grandes movimientos de otras especies e incluso “invasiones tropicales”, como se denomina al arribo de algunas especies francamente tropicales que por las condiciones de humedad y calor, alcanzan a llegar hasta esta zona también utilizando la sierra y sus cañones como corredores.
Esta temporada también puede coincidir con grandes movimientos de otras especies e incluso “invasiones tropicales”, como se denomina al arribo de algunas especies francamente tropicales que por las condiciones de humedad y calor, alcanzan a llegar hasta esta zona también utilizando la sierra y sus cañones como corredores.
¿Cómo atraer mariposas a nuestro jardín?
Atraer mariposas al jardín no es difícil. La clave es proveerles de plantas específicas, tanto para alimentarse, como para poner sus huevecillos.
Hay muchas cosas que podemos cambiar en nuestros jardines para atraer y ayudar a conservar las mariposas. Primero será reducir nuestra área de pasto para sembrar plantas de flores que producen néctar. Las idóneas son las plantas nativas y naturalizadas que pueden ser flores silvestres anuales o perennes, así como enredaderas, arbustos y árboles. El cambio a plantas nativas en nuestro jardín también ayudará a que utilicemos menos agua en el riego, pues estas plantas tienen requerimientos mínimos del vital líquido.
Para observar el ciclo completo de la mariposa, podemos empezar por sembrar plantas hospederas para nuestras especies más comunes, recordando que las orugas son las larvas de las mariposas. Si queremos mariposas, tendremos que tolerar la presencia de las orugas, las cuales generalmente ocasionan daños mínimos a nuestras plantas. Algunos ejemplos son: las enredaderas de la familia de la pasionaria, que son hospederas de varias especies de alas largas, tales como las cebras, fritilarias, julias; las asclepias, que atraen monarcas y reinas; la enredadera del género Aristolochia llamada comúnmente “hierba del indio”, poco conocida, hospeda a la corola philenor y la polydamas. Todas estas plantas se dan de manera silvestre en nuestra región.
Toma nota: si deseas atraer mariposas, no utilices plaguicidas en tus plantas, ya que estos afectarán no solo a las plagas, sino también a las mariposas, a otros insectos benéficos, e incluso a las aves. Recuerda que nuestros jardines no son huertas comerciales y la presencia de insectos no representa un problema, sino la posibilidad de tener un equilibrio. Las plantas nativas y naturalizadas tienen la ventaja de que son resistentes a las plagas comunes de la región, por lo que a veces es más fácil eliminarlas manualmente, o dejar que la naturaleza se encargue y esperar a que sean presa de otras especies en el continuo ciclo de la vida. Si alguna de tus plantas está continuamente enferma o plagada, tal vez lo mejor sea cambiar de planta y no seguir utilizando productos químicos que dañan a la Naturaleza.
Dynamine dyonis. |
¿Cómo podemos ayudar a su conservación?
Todos podemos ayudar a conservar esta parte tan importante de la fauna silvestre de Nuevo León, y atraerlas a nuestros hogares plantando en nuestros jardines plantas nativas, no utilizando insecticidas, y sobre todo no dañando a las orugas y mariposas.
Las mariposas contribuyen en la polinización de algunas plantas, nos pueden indicar cambios en el ambiente que nos rodea por medio de variaciones en sus poblaciones, y embellecen nuestro estado. Conócelas y cuídalas.
Obsérvalas, cada especie es diferente a otra en patrón, color, tamaño, forma de las alas, cantidad de individuos de la misma especie, época del año en la que vuela. A las mariposas las puedes observar a simple vista, pero si te interesa ver el detalle, lo mejor es hacerlo a través de unos binoculares de enfoque corto. También puedes hacer anotaciones en un diario, e identificar a las especies con ayuda de una guía de campo de las cuales se han publicado en los últimos años varias que cubren nuestra área.
Epiphile adrasta. |
- Fotografíalas cuando tengas oportunidad. Ésta es la mejor forma de “capturar en el instante” la belleza de estos insectos.
- Estúdialas, conoce su ciclo de vida, cuáles son las plantas de néctar, qué plantas constituyen el alimento de las orugas, sus hábitos y relación con factores climáticos.
- Respétalas, tanto las mariposas en su estado adulto, como las orugas y las crisálidas forman parte de la fauna de Nuevo León, evita el uso de insecticidas en tu jardín.
- Conserva los hábitats de las mariposas en nuestra zona y ayuda a la conservación de esos sitios y de la flora nativa de nuestro estado, evita el uso de herbicidas.
- Comparte tus experiencias. Únete a actividades o a grupos donde puedas compartir y continuar aprendiendo sobre estos maravillosos insectos.
Imágenes: Ing. Alida Madero Farías.
Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila.
Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila.
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